Ana Paola, estudiante de geofísica escribe historias.
«A PESAR DE TODO»
(La historia detrás del bolero que unió a Venezuela en un solo corazón)
La Heladería «El Samán» (Barquisimeto, 1975)
Luis «Lucho» Barboza, un joven cuatrista de 24 años, ensayaba canciones bajo la sombra del famoso árbol de la ciudad cuando Isabella «La Voz de Oro» Rojas, la estrella de la radio, llegó con su vestido de flores y una risa que hacía eco en toda la plaza. Era la prometida de Renato Delgado, el dueño de la disquera más importante del país, quien había prometido grabarle un álbum a Lucho.
— «Me juraste que esa canción era inspirada en mí» —le susurró Isabella, acercándose con un aroma a azahares—. «Pero Renato dice que es demasiado sentimental… aunque a mí me llegó al alma.»
Lucho bajó la mirada. Esa canción —»Me juraste que yo era el amor de tu vida»— la había escrito para Marisela, su amor de infancia en Los Teques… quien justo esa semana se había mudado a Mérida para estudiar medicina.
La Revelación (Noche de Serenata y Café)
Tres días después, Lucho encontró a Isabella llorando en los jardines de la radio. Renato había roto su compromiso para casarse con la hija de un empresario influyente.
— «¡Él también me juró amor eterno!» —gritó, arrancando pétalos de una cayena—. «¿Por qué las promesas se las lleva el viento?»
Fue entonces cuando Lucho, con el corazón en pedazos y el cuatro entre las manos, terminó la canción. Tomó un cuaderno de partituras y escribió el coro con tinta azul:
«A pesar de todo, yo te amo… si quieres volver, aquí estaré, mi amor.»
Isabella lo miró con ojos brillantes:
— «Eres un poeta, Lucho. Y Venezuela necesita poetas.»
El Álbum que Cambió Todo
Lucho le mostró la canción terminada a Renato, soñando con grabarla. Pero el productor se rió:
— «Esto no es comercial, muchacho. La gente quiere música para bailar, no para sentir.»
continuará…